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15 noviembre 2014

Seis de Oros


Significado de la carta

Significados en posición normal de esta carta:

La carta del seis de oros es de significados ambivalentes. El lector debe ser capaz de, según el contexto, distinguir si la figura del Consultante se corresponde más con la persona que da o la que recibe.

Si es la que da, estamos ante un signo de prosperidad económica, bien mensurada de tal forma que puede seguir fluyendo. Si el cuatro de oros nos alerta sobre la avaricia como forma ineficaz de mantener las riquezas, aquí encontramos una forma totalmente satisfactoria de conservarlas.

En caso de que sea más adecuada la figura que recibe, del mismo modo encontramos que esa persona encuentra lo que necesita para mantener su situación: si está en busca de ayuda la encontrará.

En ambos casos el mensaje es el mismo, pero con el matiz de la necesidad o la abundancia. La carta alerta sobre un adecuado equilibrio personal.

También sobre el riesgo de caer en la complacencia del que pide. Su situación no es tan grave, pero si no hace nada para cambiarla, se mantendrá estable.

El seis de oros puede indicar una relación personal desequilibrada, una persona es dominante sobre la otra. Pero no es un dominio agresivo o violento, sino algo que satisface a ambas partes.

También puede referirse a una relación de jefe-empleado, profesor-alumno, mentor-pupilo en la que la heterogeneidad resulta positiva.

Usos para la adivinación de esta carta:

  • Generosidad, caridad y filantropía
  • Disponer de recursos o poder y usarlos para ayudar a otros
  • Crear o experimentar un karma positivo
  • Dar y recibir enseñanzas, abrirse a otras personas. Una posible relación de maestro y alumno
  • Un equilibrio entre el hecho de dar y el de recibir

Significados en posición invertida de esta carta:

La carta en posición invertida alerta sobre la ruptura del desequilibrio. El que da entrega más de lo que es justo o lo hace a personas que no lo merecen. El que recibe lo hace con desgana, se siente menospreciado y ansía ocupar el puesto del mercader.

La carta invertida nos dice que nos encontramos en una situación que nos negamos a aceptar. Y es un error porque realmente tenemos lo que nos es justo.

Otro posible significado se centra en la relación de comodidad de uno y otro lado. El pobre tiene lo suficiente para vivir y no busca más allá sus medios de subsistencia. Es un peligro que nos aleja de la tranquilidad económica o emocional. En este contexto, la carta alerta sobre una autocomplacencia.

Simbología

Del Tarot de Marsella, la opinión de Jodorowsky es que el seis está expresado como suma de cuatro más dos. De un lado están dos oros y del otro, en un espacio separado, los otros cuatro. Esta división imperfecta, no en dos parejas de tres cartas, hace pensar en que se tratan de dos grupos complementarios, como pasado y futuro, supraconsciente y subconsciente, luz y sombra.

En el Tarot de Rider-Waite se nos presenta una figura (una persona vestida como un mercader, como mencionara Waite en su descripción personal) que sujeta en su mano izquierda una balanza que se muestra equilibrada.

Mientras tanto, con la mano derecha da limosna a dos figuras que, apostadas en el suelo, piden caridad. Al fondo se ven unos árboles.

Del mismo modo que en el Tarot de Marsella los oros quedan dispuestos de forma heterogénea, aquí vemos una estructura enormemente asimétrica: los oros forman tres columnas de tres, uno y dos respectivamente.

La carta tiene un simbolismo de desequilibrio: el mercader tiene más que los dos mendigos. Pero al mismo tiempo es una desigualdad aceptada por ambas partes. De un lado el mercader sopesa la cantidad de dinero que tiene que dar a los más pobres. No es algo emocional sino una decisión meditada.

Del otro lado, los suplicantes no luchan por conseguir una mayor propina. Ellos también son conocedores de que recibirán una cantidad justa. El dinero que reciben les hace subsistir. Existe una especie de equilibrio desigual que aparece en todo momento en esta carta.

El pobre se siente suficientemente provisto con las limosnas como para no intentar mejorar. El mercader mantiene la distancia económica entre unos y otros.

El hombre que pide limosna a la derecha de la carta tiene un pañuelo rojo que sobresale de un bolsillo. Se puede especular sobre él de numerosas maneras. Una idea interesante es que el color rojo de la tela, idéntico a la del traje del mercader, recuerda un tiempo de mayor prosperidad: en un tiempo anterior, el hombre pobre fue rico y pudo ser el que daba las limosnas.



Fuente original: Seis de Oros.

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