Las misteriosas "bolas
de fuego" que brotan del río Mekong por estas fechas a
la altura de Tailandia y Laos continúan siendo un desafío para los
científicos, mientras que para muchos locales la respuesta es la
serpiente mitológica naga.
El
pasado fin de semana, decenas de miles de personas se congregaron en
las orillas del Mekong en el lado tailandés y laosiano para observar
con aire festivo este fenómeno que los locales relacionan con la
celebración budista del final del Vassa en noche de luna llena.
"Yo
nací aquí en Nong Khai y lo he visto todos los años. Son unas
bolas de fuego de color rojizo que suben muy alto. Al principio lo
llamábamosfuego fantasma, pero sabemos que naga es el dios
más sagrado del río y le pusimos su nombre", señala Kasem
Srikulwong, de 78 años.
"Creo
que es verdaderamente el naga. Si fuera natural o tuviera una
explicación científica, ¿porqué ocurre exactamente en este día y
no hay sonido ni calor ni luces artificiales?", explica este
tailandés en su tienda en la localidad de Phong Phisai, frente al
río Mekong.
El
fenómeno del "bang fai phaya nak" ("bolas de
fuego del gigante naga", en tailandés) coincide con
el fin del Vassa,también conocido como la cuaresma
budista, en la que los monjes se retiran a sus templos durante la
época del monzón.
Algunas
fuentes populares señalan que el naga lanza las bolas incandescentes
para saludar a Buda en su visita a la Tierra al finalizar el Vassa,
que dura unos tres meses entre julio y octubre, en función del
calendario lunar.
En
estos días festivos, promocionados desde los años noventa por la
Autoridad Tailandesa de Turismo, decenas de miles de personas acuden
a la tranquila provincia de Nong Khai, en el nordeste, lo que supone
una entrada importante de ingresos.
Sentados
en la orilla del Mekong como si celebraran un picnic, los asistentes
lanzan gritos de júbilo cada vez que asoma en la oscuridad del río
unas esferas rojizas de distinto tamaño que ascienden en el aire
unas decenas o centenares de metros hasta desaparecer.
Se
distinguen por su forma y trayectoria de los globos de papel que
ascienden hasta perderse en el cielo o los fuegos artificiales,
aunque frecuentemente resulta difícil apreciarlas claramente con
vídeo o la vista por la distancia y la oscuridad.
Este
misterioso fenómeno se produce a lo largo de varios kilómetros del
Mekong y se debe, según muchos locales, al naga, una deidad hindú y
budista con forma de serpiente, es muy venerada en Tailandia y Laos,
especialmente en las regiones en torno al río.
En
muchas tiendas en torno a Phong Phisai cuelgan fotografías con las
luces brillantes del naga e incluso de escamas y huellas dejadas por
el supuesto ser mitológico en el Mekong.
¿Son bacterias?
Los
científicos tailandeses no han llegado a una explicación plausible
de las bolas de fuego, un fenómeno cuya existencia reconocen y
estudian cada año para tratar de encontrar sus causas.
En
2003, un equipo de científicos del Ministerio de Ciencia y
Tecnología de Tailandia no pudo llegar a ninguna conclusión, aunque
apuntó la hipótesis de que estos fuegos fatuos fueran producto de
la ignición de gases de metano y nitrógeno originados por
bacterias en el fondo del río.
Estos
gases, según el informe del Ministerio, se inflaman al entrar en
contacto con el oxígeno en circunstancias muy concretas de
temperatura y humedad.
Otros
estudios también han incluido la posibilidad de que se trate de
gases como el fosfano y difosfano, gases incoloros que
explotan a temperatura ambiente, aunque algunos científicos como el
profesor Jessada Denduangboripant, de la Universidad de Chulalongkorn
en Bangkok, piensan que es un fenómeno creado por el hombre.
"Los
gases pueden entrar en combustión y desaparecer, pero no se
convierten en una bola de fuego con fuerza suficiente para ascender
varios metros en el aire, así que no es plausible la explicación
química del fenómeno", puntualiza Jessada.
En
2002, un equipo del canal de televisión tailandés iTV emitió un
programa en el que mostró cómo soldados laosianos disparaban con
pistolas de bengalas que los tailandeses en la otra orilla
ovacionaban al pensar que eran las burbujas ígneas del naga.
Miles
de vecinos de Nong Khai se manifestaron en contra el programa de iTV
e incluso el embajador laosiano en Bangkok, Hiem Phommachanh, criticó
al canal de televisión y rechazó que el fenómeno sea una
fabricación artificial.
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